Test: Probamos la Canyon Pathlite:ON SUV 7, mucho más que una e-bike urbana
Una bicicleta urbana del futuro



Lo primero que llama la atención de esta bicicleta es que, a simple vista, podemos reconocer que es una Canyon. Esto es gracias al diseño futurista y con líneas angulosas y acabados redondeados en el que tanto empeño lleva poniendo la marca alemana los últimos años. En resumidas cuentas, una bici bonita para lucirla por la ciudad. Pero repito, eso solo a simple vista.
Cuando la pruebas te das cuenta de que no es solo bonita, si no que es una auténtica todoterreno. Para empezar, la postura es súper cómoda. Su geometría te permite ir sentada con la espalda muy recta, casi como si estuvieses en un silla, para que puedas pasar horas encima de ella casi sin enterarte.
Te puede interesar...
Canyon Precede:ON 7, una e-bike urbana con personalidad propia


Una bicicleta del futuro
Cuando la he probado lo primero que he pensado es que así serán todas las bicicletas en el futuro. Además de la postura cómoda que ya comentaba, cuenta con unas ruedas anchas, que perfectamente podrían ser de una bicicleta de montaña. Exactamente lleva unas cubiertas Maxxis Crossmark II MTB de 57 mm de ancho que absorben las vibraciones del terreno. ¿Qué quiere decir esto? Que probablemente no sea la mejor bicicleta para meterte por caminos más técnicos, pero sí que la puedes usar perfectamente para darte un paseo por el campo por pistas de tierra.
Otra de las evidencias de que es una bicicleta todoterreno es el cambio. Incorpora el Shimano Deore XT de 12 velocidades y un solo plato que, acompañado con el motor de la bicicleta, te va a hacer que disfrutes un montón sobre ella. Cabe destacar que este cambio es utilizado habitualmente en bicicletas de montaña.
La horquilla es una SR Suntour AION35 EVO BOOST con un recorrido de 100 mm. El recorrido es más largo a lo que nos tienen acostumbrados las bicicletas urbanas y, de nuevo, ofrece un uso interesante para otro tipo de terrenos que no sea el asfalto. Tener una bicicleta que no solo te sirva para la ciudad es, sin duda, un punto positivo. Yo la he usado por caminos de tierra con algún que otro bache y he estado muy cómoda con ella. Por otro lado, cuando te mueves por la ciudad, es una bicicleta que transmite seguridad. Es muy estable y es muy complicado que pierdas el control incluso en las curvas más cerradas.