Test: Merida Silex 600
Gravel sin prejuicios
La Merida Silex 600 es una bici con personalidad propia. Es algo que queda claro nada más verla. Y es que su geometría es parte de su estética y ésta es muy particular. Seguramente lo que más la define es una pipa de dirección interminable con un tubo diagonal que acaba apoyándose completamente en ella. La Merida Silex 600 no pasa desapercibida.
Y no lo hizo para muchos de los que la usamos en el Sportful Gravel Day que se celebró en Roses en el mes de mayo. Fue la bici “oficial” del evento y la que utilizamos muchos de los periodistas que estábamos allí. Eso sí, en mi caso “hice trampa”. Merida Bikes nos había dejado un modelo exactamente igual un par de meses antes. Así que venía con la lección aprendida y un texto de test a medio hacer.
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Eso podría ser lo que ha hecho Merida con la Silex. La idea viene de Alemania, donde viven y trabajan los diseñadores de la marca taiwanesa. Y el concepto fue intentar pensar en lo que es gravel y lo mejor para practicarlo sin pensar demasiado en lo diseñado hasta ahora. Sin condicionamientos más allá de no acabar haciendo algo que no haya forma de categorizar.