Test: Zapatillas Shimano S-Phyre RC9
Precio:
360€
| Distribuye:
Macario Llorente
J. Daniel Hernández 
Mariano Herranz 
30/10/2019
Anteriormente ya habíamos probado la versión anterior de las Shimano S-Phyre RC9 (en el número 5 de la revista Maillot) y parecía complicado mejorar un producto de tal calidad. Sin embargo, la gama S-Phyre de Shimano es la más elevada, desarrollada por y para la competición, sirviéndose del “feedback” de los profesionales que trabajan con la marca (como la mayor parte de los corredores del Jumbo Visma) y por lo tanto siempre se puede dar un paso más en pos de la perfección.
Como ocurre con cada nueva generación, las nuevas Shimano S-Phyre RC9 son más ligeras, rígidas y eficientes, pero también más cómodas. De nada sirve tener la zapatilla más rígida si nos provoca tal dolor y cansancio que, en competición, no llegamos frescos a la recta final o no podemos dar nuestro mejor rendimiento en las ascensiones más duras por la incomodidad o dolor en el pie.
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Visualmente ha cambiado la cubierta exterior, con un agujereado de ventilación más discreto, al igual que el talón y la cobertura de la suela exterior. La cubierta no tiene costuras y está fabricada en tejido Tejin Avail de una sola pieza, que a pesar de ser flexible es muy resistente al estiramiento. Con ello se ha buscado un aspecto más “pro” y acorde a las nuevas tendencias en ciclismo. Además, se opta por una estructura integrada, casi continua, de suela y empeine para un mejor reparto de la presión y adaptación al pie.
Pero como en otros tantos aspectos, lo importante está en el interior; como sucede con la tecnología Shimano Dynalast de la suela interna, que permite un mejor apoyo de los dedos en todos los puntos de la pedalada reduciendo el estrés y mala angulación que se da en la planta del pie, especialmente, durante la parte de subida del pedal, permitiéndonos tirar de él y obtener una pedalada más redonda y eficiente.
Lo que Shimano no ha variado, porque funciona muy bien, es la forma de apriete con la lazada Powerzone ajustable, con un doble sistema de dos diales Boa IP1 independientes. La rueda inferior es de doble lazada, con un diseño que abarca bastante superficie de agarre y reduce los puntos de presión en el pie, permitiendo una mayor comodidad. La rueda superior va con una lengüeta independiente que, además de reducir también los puntos de presión, repartiéndola por el empeine, garantiza una mejor sujeción.
Para una ventilación más completa, a todas las perforaciones de la cubierta exterior se unen dos entradas de aire en la suela que tienen continuación en la suela interior y plantilla, de forma que la circulación del aire por dentro de la zapatilla es más eficiente, pero estos orificios tienen una doble función, ya que también están diseñados para drenar el agua de lluvia. Las acanaladuras de estas entradas están pensadas para favorecer el flujo de aire mientras pedaleamos.
La suela es de fibra de carbono y se ha fabricado en una sola pieza para conseguir la máxima rigidez con el mínimo peso y volumen posible, reduciendo la distancia efectiva del pie al pedal. Precisamente el índice de rigidez es de 12, la máxima en Shimano, lo que nos indica claramente que son unas zapatillas orientadas a la competición.
Otros detalles que indican la alta calidad de las zapatillas Shimano S-Phyre RC9 es el amplio rango de ajuste de las calas: 22 mm en total (11 mm en la suela y 11 mm en cada cala), con posibilidad de variar la angulación en +/-10º respecto a la vertical. El interior de la zapatilla y la plantilla cuentan con una hiladura de iones de plata patentada que ofrece una sensación de frescor y evita los malos olores.
En acción con las Shimano S-Phyre RC9
Toda esta tecnología se traslada a la realidad cuando nos lanzamos a pedalear con ellas. La primera sensación es de una gran comodidad gracias, entre otras cosas, a que desaparecen los puntos de presión característicos de algunos calzados ciclistas. Al introducir el pie notamos que la forma es muy natural y la sensación es que no llevamos unas zapatillas de ciclismo, sino unas normales. Eso sí, a la hora de andar sí que notaremos la rigidez de la suela y la presencia de las calas.
El buen trabajo hecho en la ventilación también da sus frutos. He salido con ellas en días de bastante calor y, pese al color negro, no he notado esa sensación de tener los pies cocidos que sucede a veces con las zapatillas con suelas muy rígidas. La transmisión de la pedalada es muy directa y notamos el pedal muy cerca del pie, lo que nos permite regular mejor el esfuerzo o, directamente, aplicar más fuerza a la pedalada, sin perder energía en torsiones o en hundimientos de la suela y la plantilla.
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Sin duda la sensación con las S-Phyre RC9 es de llevar un producto de la más alta gama, unas zapatillas de competición y dignas de ganar La Vuelta a España (son las zapatillas que utilizó Primoz Roglic). Quizá por ello su precio sea alto, 359,95 €, pero estamos hablando del máximo nivel tecnológico en calzado de Shimano y con el aval de haber sido probadas con éxito en la máxima competición.
El peso de las zapatillas Shimano S-Phyre RC9 es de 243 g en talla 42 (el mismo que declara Shimano), 280 g con las calas Shimano colocadas y listas para pedalear. Están disponibles en 5 colores (azul, aurora, verde lima, blanco y negro) y un sinfín de tallas: desde la 36 a la 48 con tamaños medios entre la 37 y la 47.
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