5 ejercicios (fáciles) que debes dominar sobre la bicicleta

Montar en bicicleta es mucho más que subirse a ella y dar pedales. Hay muchos factores que influyen en su conducción y con estos 5 sencillos ejercicios que te presentamos la dominarás mucho más y harás tus salidas más seguras.
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Autor Maillot J. Daniel Hernández
Autor de la fotoArchivo

Fecha de la noticia 05/03/2018


Al igual que existen algunos signos claros de que ya no eres un ciclista globero hay una serie de ejercicios o situaciones que debemos dominar para disfrutar de una total seguridad cada vez que salimos en bicicleta. Algunos de ellos ni siquiera son circunstancias que se den habitualmente, pero es importante tener el control de nuestra montura en ellas.

1 Saber frenar con sólo un freno

La técnica ciclista dice que el freno delantero frena la bici mientras que el trasero aminora la velocidad. Es decir, que con el delantero es con el que nos detenemos mientras que el trasero sólo debe utilizarse como apoyo o para regular la velocidad. Esto es porque si aplicamos demasiada presión al freno trasero lo único que lograremos es que la rueda derrape, aumentando considerablemente la distancia de frenado y poniendo en riesgo nuestra seguridad.

Para dominar absolutamente la técnica de frenado de la bicicleta y saber perfectamente medir las distancias lo mejor es que practiquemos a ver qué pasa si sólo usamos el freno delantero y luego si sólo utilizamos el trasero. Conociendo a la perfección el recorrido de nuestras manetas, la intensidad de la frenada y cómo reacciona la bicicleta nos será mucho más fácil adoptar el 60-40 o 70-30 de intensidad óptimos (es decir, aplicar un 70% de la frenada con el delantero y un 30 con el trasero).

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2 Soltarse de manos

Aunque lo normal es que el 99,99% del tiempo llevemos al menos una mano en el manillar, es cierto que una técnica que debemos dominar es la de saber soltarnos de manos y circular sin ellas. Es el primer paso para saber beber o comer en marcha, además de que con mucha práctica nos permitirá ponernos o quitarnos algo de ropa y echar mano a los bolsillos traseros del maillot.

También nos servirá para integrarnos en el pelotón al soltar las manos para indicar cambios de dirección, obstáculos… o para ayudar a un compañero que necesita que le sujetemos algo o pasarle un bidón de agua.

Aunque pueda parecer un ejercicio circense, practicar de vez en cuando el circular sin manos tiene un sentido más práctico aunque menos visual. Si sabemos ir sin las manos en el manillar estaremos mejorando nuestro equilibrio en marcha, dominaremos mucho mejor la propia bicicleta en todas las circunstancias y mejorará nuestra técnica.

3 Mirar hacia atrás sin cambiar la trayectoria

Por desgracia la carretera no es una zona confortable ni rodamos solos por ella. Por eso es fundamental saber mirar a todos los puntos sin que la bicicleta cambie de trayectoria. Si empezamos por echar vistazos sin mover apenas la cabeza debemos controlar lo que ocurre a nuestro alrededor. Luego pasaremos a mover la cabeza para tener una perspectiva más completa que incluya mirar por encima de los hombros hasta tener un campo de visión de casi 360º.

Incluso llegados a un punto deberíamos ser capaces de incorporarnos y girar el cuerpo hacia atrás (dejando sólo una mano en el manillar o directamente ninguna) para poder tener una mejor perspectiva de lo que ocurre a nuestras espaldas. Todo ello sin que la bicicleta se desvíe de la trayectoria o descienda bruscamente nuestra velocidad.

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4 Por supuesto saber beber y comer sin parar

Parece una tontería, pero no lo es. De hecho es el primer síntoma de que no eres un globero, muchos ciclistas no saben controlar la bicicleta en el proceso de soltarse de manos, agacharse para agarrar un bidón y beber de él en marcha. Sin embargo debemos dominarlo para no perder el ritmo y porque no podemos esperar a que el grupo pare para refrescarnos. Mucho menos si vamos “con el gancho”.

Es cierto que es un proceso que puede parecer algo complicado ya que se cambian los pesos y agarres sobre la bicicleta, además de que en algún momento perdemos la perspectiva de la carretera (sobre todo si ladeamos la cabeza para beber). Pero es muy importante tener dominada la técnica, saber beber de estos bidones sin atragantarnos y saber reaccionar sin perder el control si esto ocurre. También nos vendrá muy bien para el verano saber echarnos agua por la cabeza o cuello sin que nos entre en los ojos… y todo ello sin parar y bajarnos de la bicicleta.

Es muy importante tener dominado este aspecto del ciclismo ya que si rodamos en grupo no podemos hacer parar a todo el pelotón para echar un trago, y ni mucho menos esperar a que el grupo se detenga para beber. Además, tenemos que pensar que cuanto peor lo estemos pasando (situación de fatiga, pájara, etc.) es cuando más necesitaremos recurrir a los bidones, por lo que lo mejor es tener completamente automatizada la maniobra.

5 Llevar la bici con una mano (o agarrada del sillín) cuando nos bajemos

El control de la bicicleta no termina cuando acabamos la ruta. Es muy importante saber llevarla cuando no estamos subidos a ella. Y esto lo digo porque, por ejemplo, si circulamos por una calle con las dos manos en el manillar y nos resbalamos con las zapatillas con calas, el golpe puede ser muy importante. Sin embargo, si sabemos empujar nuestra bicicleta con una sola mano, primero agarrados de la potencia y después del sillín, nos evitaremos sustos de este tipo.

Además, si tenemos práctica con este sistema nos daremos cuenta de que podemos avanzar mejor cuando nos bajemos de la bicicleta y especialmente si andamos entre una multitud.

Otro ejemplo de la aplicación de este método lo vemos en los triatletas cuando van a empezar o terminar el sector de ciclismo. Todos cogen la bicicleta con una sola mano mientras van corriendo por la calle de boxes. Esto les permite tener un mayor control y avanzar más rápido.

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Conclusión

El manejo de una bicicleta incluye muchos factores más allá del simple hecho de pedalear. Algunos de estos ejercicios puede que nunca lleguemos a ponerlos en práctica, pero lo que es seguro es que si los dominamos, tienen un efecto de mejora en nuestra técnica sobre la bicicleta que influye en otros momentos y que hará mucho más seguras y divertidas nuestras salida

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