Test: Sillín Selle Italia Flite Boost X Cross Superflow
Precio:
215€
| Distribuye:
Comet
Enrique Sevilla 
Mariano Herranz 
03/05/2021
El punto más importante de apoyo en una bicicleta es el sillín. De él depende que una jornada de ciclismo, se convierta en un día en el centro de tortura o del placer de disfrutar de la salida.
El modelo Flite de Selle Italia se hizo famoso en los 90 al ser uno de los sillines más ligeros que se podían montar. También fue revolucionario porque su forma superior era completamente plana, y a principios de los años 2000 introdujo otro gran avance, la ranura central para aliviar la presión de la zona perineal/prostática. En 2010 Selle Italia hizo esta apertura aún más grande y la denominó Superflow. Además, ya en 2020, la incorporación de las medidas Boost se hizo patente en todos sus modelos.
Y es que Selle Italia lleva fabricando sillines más de 120 años. Esta experiencia, la investigación y el avance en el mundo de los sillines ha dado sus frutos con modelos y tecnologías como la Flite Superflow que además se adapta a la medida Boost para dotar a los sillines de un confort extra. En esta ocasión he probado el Selle Italia Flite Boost X Cross Superflow, que, aunque se defiende a la perfección en todos los terrenos y es perfectamente válido para usar en ruta (especialmente si buscamos un extra de confort), está pensado para usar en gravel o en una Mountain Bike de XC.
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Tecnologías
El concepto de los sillines Boost consiste en hacerlos un par de centímetros más cortos respecto a las medidas tradicionales y algo más anchos. Con tan sólo 25 cm de largo, hace que la posición sobre la bicicleta sea “más estática”, limitando el rodar en la punta del sillín y haciendo que todo el peso y el contacto culo-sillín se repartan más por la zona de apoyo del mismo.
Tanto en la mano como sobre la bici, llama mucho la atención su gran apertura central, lo que Selle Italia denomina Superflow. La sensación visual es que es demasiado ancha, pero la precepción rodando sobre él puede, por momentos, emular a la sensación de los antiguos sillines rellenos de gel, que hacían una función de absorción de los impactos de la carretera. Por eso, aunque este sillín está pensado para un uso más “sobre tierra” no debemos descartarlo como opción para la carretera. Además, su peso es muy contenido con 215 g en talla L (peso real).
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Otros detalles de calidad que acompañan a este sillín son los refuerzos SuperFabric en los laterales para los raspones al apoyar la bici en las paredes o los raíles Ti 316 de 7 mm que tienen una resistencia un 25% superior y un peso un 15% menor respecto a los raíles tradicionales. Este sillín está disponible en dos medidas de ancho con la misma longitud: M (135x248 mm) o L (145x248 mm).
El Selle Italia Flite Boost X Cross Superflow, un nombre que lo resume todo: plano, con ranura central y corto. Aunque es un sillín más bien encaminado al gravel o al XC, también es admisible para nuestras bicis de gran fondo o cicloturismo por su comodidad. De hecho, yo lo he podido probar en carreteras en mal estado, que es donde realmente le vamos a sacar partido, si lo queremos montar en “nuestra flaca”.
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