Por qué no deberías cruzar la cadena

Provoca un desgaste progresivo

La cadencia que se ha definido como ‘aceptable’ en el ciclismo actual es toda aquella que te permita rodar entre 70 y 100 pedaladas por minuto. Por tanto, nuestra misión como ciclistas deber ser escoger el desarrollo preciso para optimizar las marchas adaptándolas a nuestra capacidad física.

Sin embargo, resulta muy tentador, en momentos de máxima pendiente, conservar el plato grande engranado e ir subiendo más y más coronas hasta quedarnos sin desarrollo (y lamentar no tener un cassette mayor).

Pero cuando sucede esto estás cometiendo un error que tiene consecuencias, la primera de ellas afecta al estado de toda tu transmisión. Las elecciones de plato grande con piñones grandes y de plato pequeño con piñones pequeños se conocen como combinaciones negativas, puesto que provocan el cruce de la cadena.

Cruzar la cadena implica un sobre estiramiento de la misma. Se somete a una tensión excesiva que provoca una elongación temprana, los eslabones se separan más de lo adecuado para un correcto engranaje entre dientes y, por lo tanto, deberá ser sustituida antes de lo habitual.

Ya sabes que puedes comprobar el estado de tu cadena con un medidor de cadena y saber rápidamente si necesitas sustituirla. Es muy importante estar al tanto de esta medición, puesto que no detectar a tiempo que tu cadena se ha estirado en exceso provocará que progresivamente vaya limando y deteriorando los dientes de cada elemento de la transmisión. Desde los platos hasta los piñones pasando por las roldanas del cambio.

Además, una cadena sobre estirada producirá un desajuste del cambio, con la consecuente aparición de ruidos, más roces e incómodos saltos de cadena. Por este motivo es recomendable (e incluso obligatorio) evitar dejar la cadena engranada en el plato grande cuando la bicicleta vaya a estar en reposo durante un tiempo prolongado, es decir, una vez guardada al término de la ruta.

Más vatios y cadencia más limpia

Como decíamos al inicio del artículo, estudios procedentes del ciclismo profesional establecen que rodar con cadencias altas favorece la recuperación muscular y retrasa el desgaste.

Por ello es tan importante escoger un desarrollo adecuado en lugar de optar siempre por la configuración más cómoda que nos permita el plato grande. Veamos un ejemplo práctico. Tomando como referencia un desarrollo semi compact en los platos (52-36) y un cassette común de 11-28 dientes, el avance dado por la combinación de plato grande y piñón grande es de 3,9 metros por pedalada (con neumáticos de 25 mm). Para igualar ese avance con el plato pequeño deberíamos escoger la séptima corona, es decir 36x19 dientes.

A igualdad de avance, se cifra el ahorro de energía al evitar cruzar la cadena en 1,5 vatios, además de esquivar el perjuicio mecánico que hemos analizado anteriormente, con una pedalada más limpia, libre de roces y con una cadencia más favorable. Este beneficio de potencia puede alcanzar incluso los 3 vatios.

A nivel informativo, se ha demostrado que la pérdida de potencia por cruzar la cadena es menor cuando se produce con el plato grande, puesto que el ángulo de giro es más abierto y provoca menos fricción. Por tanto, es mejor (o menos perjudicial) escoger cruzar la cadena con el plato grande y piñones grandes que con el plato pequeño, si el terreno nos obliga a engranar piñones pequeños. Por este mismo motivo los ciclistas más puntillosos con el rendimiento atribuyen una ligera pérdida de vatios a los nuevos desarrollos de SRAM, puesto que sus platos grandes son más pequeños, compensados con cassettes de 12 velocidades y mayor rango.

La experiencia y el factor psicológico

Quizá te estés preguntando si todo esto es cierto, cuando estamos acostumbrados a ver a ciclistas profesionales lanzar ataques en los puertos más duros con el plato grande. Aquí entra en juego tanto el feeling o las sensaciones que pueda encontrar cada uno con determinados desarrollos como la experiencia acumulada sobre la bicicleta.

Se trata de encontrar un término medio. Se ha extendido entre muchos cicloturistas la idea de que subir puertos ‘a plato’ es sinónimo de ‘estar más fuerte’, y como consecuencia algunos ciclistas llegan a retorcerse sobre las bielas con una cadencia paupérrima con tal de conservar el plato metido y la cadena cruzada. Mantener esa técnica de forma prolongada es tremendamente perjudicial para toda la transmisión, tal y como hemos visto.

En cambio, escoger el plato grande en un momento puntual en el que busques un fuerte cambio de ritmo, incluso aunque te obligue a combinarlo con un piñón grande, tiene sentido. Se busca un ataque corto y explosivo, que nos obligue a conservar una cadencia generosa a pesar del esfuerzo que implica, pero no podemos sostenerlo por mucho tiempo. Además debes conocer cómo responde tu cuerpo y tu bici a esta tensión y si estás preparado para obtener una ventaja de subir una rampa con el plato grande.

Por último, recuerda que si abusas de las coronas superiores con el plato grande (y con el pequeño también) es un indiscutible indicativo de que el desarrollo que monta tu bicicleta no es el adecuado y quizá debas optar por uno de mayor rango, o por recorridos de menor desnivel hasta que tu estado de forma sea óptimo.