Límite 2.500 €: Trek Émonda SL 6

La Trek Émonda ha quedado como el último cuadro con el que compitió Alberto Contador, pero no por ello significa que sea una bicicleta inaccesible para el común de los mortales, más bien al contrario. Como pudiste comprobar en la prueba de la Émonda SL 6 Pro, tener prestaciones de competición no está reñido con un precio ajustado. Y mucho más si nos fijamos en la Émonda SL 6 que ocupa este Límite 2.500.

Su cuadro está fabricado en fibra de cabono OCLV de Trek, en este caso de la serie 5000, que viene acompañado de un grupo Shimano Ultegra con pinzas de freno Bontrager Speed Stop de diseño aerodinámico y anclaje Direct Mount y ruedas Bontrager Paradigm Tubeless Ready.

Este cuadro tiene un peso declarado de 1.091 g, que con los componentes elegidos para el acabado SL 6 deja la báscula en un asombroso 7,37 kg (peso declarado en talla 56). Su geometría, además, es inminentemente escaladora y, como pudo comprobar nuestro compañero Enrique Sevilla en la prueba de la Trek Émonda SL 6 Pro, te permitirá subir cualquier cuesta que se te ponga por delante.

Y al igual que sucede en aquel modelo, y en toda la gama Émonda SL y Émonda SLR, la tija es integrada con dos medidas de mástil (138 y 178 mm) y dos de retroceso (20 y 5 mm). Se trata de la tija del sillín Ride Tuned, uno de los sellos de identidad de la Trek Émonda, que abraza al cuadro en lugar de al revés. Conviene revisar bien la medida que necesitamos.

Otra de las señas que definen la nueva generación de Émonda son las pinzas de freno Bontrager Speed Stop, con un diseño diferente que aporta una gran potencia de frenado y una mejor aerodinámica, ya que sus paredes son más planas y quedan integrados en las líneas de la horquilla y los tirantes.

La transmisión queda en manos del infalible Shimano Ultegra mecánico de 11 velocidades con una relación 50/34 para los platos (compact) con un cassette 11-28, una configuración 100% escaladora y cicloturista con la que enfrentarse a los puertos de montaña más duros.

La Émonda SL 6 monta unas ruedas Bontrager Paradigm Tubeless Ready con unos neumáticos Bontrager R2 de 25 mm. El resto de los componentes habituales (manillar, sillín, etc.) también vienen firmados por Bontrager en aluminio, buscando un mejor rendimiento en cuanto a rigidez en lugar de una cifra menor en la báscula. Esto nos permitirá, en el futuro, rebajar la SL 6 de los 7 kg si comenzamos a sustituir piezas por algunas de fibra de carbono, pero  mientras tanto gozaremos de unos componentes fiables y robustos con los que no perderemos energías por torsiones indeseadas.