La sierra de Madrid está plagada de pueblos y urbanizaciones que se encaraman por las laderas de las montañas. A la mente me viene una que conozco con una rampa al 18-20% y con el último tramo de tierra. Suena bien, así que a por ella. Pese a no permitir el montaje cubiertas más anchas de 26 mm, por intentarlo que no quede.
Dos kilómetros al 7-8% bastante cómodos y, a la salida del pueblo, el rapón con tierra bien pisada. La pista nos conduce hasta unas cuantas casas de “ermitaños” que un día decidieron hacerse las casas en lo más alto, aislados del mundo. Tres rectas encadenadas por curvas de 180º, que hacen que colocar el 34-28 no sea una opción, sino una obligación. Sin levantarme del sillín lo voy pasando, mientras disfruto del paisaje. Ahora entiendo porque se vinieron a vivir aquí arriba estos frikis. Corono con éxito, parándome a las puertas de la entrada a las casas. Recupero el aliento mientras sigo admirando las vistas.
No sé si la Émonda me ha hecho subir más rápido por su ligereza, más cómodo por su geometría o más fácil por el acierto de sus desarrollos. Solo sé que esta bicicleta me ha incitado a buscar subidas realmente duras donde poder exprimirla. Subidas que pocas veces me planteo hacer por su dureza. Dejándolas solo para ocasiones especiales, como este caso ha sido con esta escaladora de Trek.

En conclusión
La Trek Émonda puede ser una bici para todo, siendo principalmente en los días de puertos donde más disfrutaremos con ella. Por ligereza, por rigidez y por el acierto del montaje de los componentes. Un Ultegra R8000 con el que cabe la posibilidad de montar coronas de hasta 34 dientes. Unas ruedas ligeras “full-carbon” Aeolus Pro3 con un perfil apto para todos los días sin depender del viento que nos haga.
“Cómo vas a tener dos bicis de carretera ¿estás tonto? Si son todas iguales…” te dice tu cuñado el listo. Sí, sí… iguales. Piensas tú. Cómo tratas de explicarle a un Neanderthal, que hoy el sector de la carretera, tiene un amplio abanico de posibilidades. Mejor le dices sí a todo y haces lo que te dé la gana. Pero puede que no sea tu caso y que en casa no te permitan tener más de una bici de carretera. En ese caso te toca elegir una “bici para todo”, entonces que sea ligerita… Émonda.
Si eres de los que va rápido para arriba, esta bici es un cohete en tus manos. Y si eres de los que te cuesta subir... no vas a subir más rápido, pero tendrás mejores sensaciones que te harán los puertos más accesibles. Y cuando en la grupeta digan “Mañana hacemos puertos”, no tendrás que poner la excusa del cumpleaños de tu cuñado.

Cosas de Familia Trek Émonda
La familia Émonda es una de las más emblemáticas y numerosas del catálogo actual de Trek. Se subdivide en varias gamas en función del tipo de carbono utilizado para el cuadro, desde el OCLV Serie 700 de los modelos tope de gama, como la Émonda SLR 9 (9.999 €) hasta los modelos en aluminio (Émonda ALR desde 1.099 € hasta 2.299 €) pasando por el carbono OCLV Serie 500 de la Émonda SL (1.499 € PVP del cuadro suelto) o el OCLV Serie 300 de la Émonda S.
También existen versiones femeninas (WSD) y otras con frenos de disco de, prácticamente, todos los acabados. El cuadro Émonda SLR Disc tiene un PVP de 2.999 €, mientras que el Émonda SL Disc de 1.599 € (sólo cuadro). La familia Émonda SL la forman los siguientes modelos:
Émonda SL 7 – 4.499 €
Émonda SL 6 Pro – 3.249 €
Émonda SL 6 Disc – 2.999 €
Émonda SL 6 y SL 6 WSD – 2.499 €
Émonda SL 5 y SL 5 WSD – 1.999 €
Émonda SL 4 – 1.699 €