Test: Cipollini Bond Disc

Licencia para ganar

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Autor Maillot Enrique Sevilla
Autor de la fotoJavier Martínez

Fecha de la noticia 07/08/2017


Diseñadas para ir muy rápido, la comodidad justa para no amargarte el día, con colores llamativos para que el resto de corredores sepan que llevas una leyenda del sprint entre las piernas. Llevas una Cipollini Bond con licencia para arrancar.
Cipollini Bond Disc
Rápida, muy rápida. Gran rigidez en la parte trasera. El sistema Atomlink funciona. Difícil que te encuentres en una marcha con otra igual.
El paso de la rueda trasera es muy justo si queremos montar una cubierta de 25 mm. El precio, pero llevar una Cipollini nadie dijo que fuera a ser barato. Exclusividad. La forma de la curva del manillar en la parte alta no resultó cómoda en ciertos moment

Estamos en los años 90, un corredor italiano es el dueño de las “volatas” en el pelotón profesional. Alto, buen parecido físico (un buenorro como dirían las féminas) y todo un conquistador con las azafatas. Apodado “Il bello”. Su estilo destaca sobre todos los demás. Su ropa, pese a ser del mismo equipo, siempre luce unos colores o algún distintivo que le diferencia del resto.

Intratable en el sprint y muy mediático en una época en la que el ciclismo es solo dar pedales, sudar y sufrir. Mario Cipollini es espectáculo, es diferente,  y supo dar con una tecla que atrajo millones de miradas sobre él. Pero ese espectáculo también se tradujo en resultados: más de 190 carreras ganadas, entre ellas el mundial de 2002.

En 2009, se embarcó en la aventura de crear algo muy personal. Una marca de cuadros diseñados en Italia y fabricados en Bosnia bajo su total supervisión. Cipollini nace con la filosofía de ofrecer algo exclusivo, llamativo y que se diferencie del resto de la oferta del mercado, al igual que hacía Mario en su época de profesional. Ser distinto. Y sobre todo ofrecer el sello de «Made in Cipollini».

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Cipollini Bond Disc

Los modelos actuales de Cipollini, NK1K, RB1K y BOND, son los estandartes de la marca. Bicicletas con geometrías muy agresivas y diseñadas para transmitir todos tus vatios a la carretera. No son bicicletas hechas para “flojos”. Para Cipollini los conceptos Endurance, confort o Gran Fondo, no tienen cabida. El que quiera ir cómodo, que se compre una de ruedas gordas.

Los diseños nacen de su concepción e idea de lo que es una bicicleta de carretera: Potencia, velocidad y máximo control en situaciones límite. Cuando vas buscando la pancarta de meta, el sprint final no son sólo los últimos 200 metros, donde se aplica toda la fuerza que tu cuerpo pueda generar. Para llegar hasta ese momento tienes que haber pasado los últimos 5 kilómetros, guardando tu posición entre los 10-15 primeros, entrando a mil por hora en curvas de 90 grados, esquivando rotondas, con continuas arrancadas tras cada curva y hombro con hombro con el resto del pelotón. Para eso, Mario con su 1,90 de estatura era el mejor.

Cipollini Bond, una gran primera impresión

De los tres modelos, la Cipollini BOND es la que tiene una posición de conducción más relajada, posiblemente a la que se le pueda dar un uso más “todo terreno”, aunque siempre teniendo en cuenta que su geometría es de competición total.



El modelo que probamos viene montada con el grupo Shimano Ultegra Di2 con frenos de disco, ruedas Edco Pillon 35mm de carbono con eje pasante, potencia y manillar 3T Aeronova, sillín Prologo Nago EVO con los raíles de carbono. El tubo del sillín, perfilado y en el que la rueda trasera tiene su paso integrado. La tija del sillín también perfilada y con un cabezal con el logo grabado de Mario Cipollini. Este test promete mucha adrenalina para comprobar los límites de esta bicicleta.

El color gris camuflaje con logos de “Cipollini” en color plata, hacen que hayamos roto a más de uno el cuello para volverse a mirarla, y recibir en marcha más de un piropo. Y es que a primera vista impone. Un cuadro “cuadrado” de 56X56 correspondiente a la talla L formado por un conjunto sólido de tubos bastante corpulentos. Sin embargo, su peso con este montaje es de 7.690 g.

Cipollini Bond Disc
Cipollini Bond Disc

Además, su color camuflaje que enamora a primera vista. Durante la prueba pocas veces he tenido que pasar el trapo, en mi caso toallitas de bebé, salvo un día de lluvia en el que se llenó de arena. El resto, los tonos grises y negro disimula perfectamente la suciedad del día a día. Esos restos de grasilla que suelta la cadena, el polvillo oscuro que se acumula en la dirección… Un color como dirían las madres “muy sufrido”.

La estructura de vainas y tirantes se denomina Atomlink, y es una construcción en carbono T700 en una sola pieza que abraza el pedalier BB386 para darle más rigidez y, por tanto, mejorar la transmisión de la fuerza de la pedalada. En la parte inferior dispone de una gran tapa que da acceso a las conexiones del Di2. Si este conjunto lo ha testado en el banco de pruebas Mario Cipollini y ha aguantado sus embestidas, debe ser muy bueno. Pero eso donde se ve, es en la carretera.

Probando la Cipollini Bond: Racing y con discos. El futuro es ahora.

El futuro son los discos. Por seguridad y por eficacia, su uso terminará por imponerse al menos en un uso ciclodeportivo. Cipollini adapta su modelo Bond y no solo le coloca los anclajes para las pinzas de freno, sino que le mete eje pasante, un sistema que además otorga mayor rigidez a las ruedas.

La postura sobre la bici es racing total. Cuando te compras un deportivo, sabes que no vas a tener asientos reclinables. Que entrar y salir de él va a ser como hacer posturas de yoga. Que difícilmente puedas llevar dos maletas en su maletero. La conducción no va a ser cómoda, pero sabes que llevarlo entre tus manos va a ser emocionante. El tubo de la dirección se queda en 15 cm, y eso que estamos hablando de una talla L (56). Creo que esta prueba nos va a dar mucha diversión y muchos estiramientos de cuello.

Pese a montar una potencia 3T de 100 mm, y Reach de 104 mm del manillar 3T Aeronova hace que vayamos una posición estirada. Su forma aplanada y el contacto directo sobre el carbono transmiten competición por cada fibra, aunque sea una sensación que a no todo el mundo gusta.

Cipollini Bond Disc

En arrancadas se muestra muy reactiva. Sus potentes vainas transmiten la fuerza directamente sin ninguna torsión. Sin duda, la llegada del eje pasante a la carretera nos está aportando mayor rigidez a los cuadros.

En las frenadas, tras ya haber pasado por otros montajes con frenos de disco, le comenzamos a coger el tacto. Además, las pinzas Shimano BR RS805 son ya específicas para carretera, y dan como resultado un equilibrio de frenada muy progresivo. Los ciclistas anti-discos clamaban que las primeras adaptaciones de la montaña a la carretera tenían “una potencia excesiva”… y puede que tuvieran algo de razón, pero este diseño específico de la pinza acaba con este argumento.

Cipollini Bond Disc

Prestaciones radicales exigen pruebas radicales

Una bici que destila tanta competición hay que probarla llevándola al extremo, aunque siempre dentro de unos márgenes de seguridad, así que nos vamos a la Bola del Mundo (Navacerrada) con ella.

Para los que no conozcáis la Bola del Mundo os cuento que fue el final de etapa en un par de ocasiones en la Vuelta a España. Se trata de una subida a unos repetidores de televisión a los que se llega tras subir el puerto de Navacerrada, girándose a la derecha en la pista de esquí y con una ascensión de algo más de 2 km con rampas del 20% sobre una pista de cemento.

La subida es muy dura, y en esta prueba hubiese sido algo menos agónico. Aunque el 50/24 que lleva (en realidad esta bici pide un 52/36) ayuda, si en lugar de un cassette 11-25, hubiera llevado un 28 ¡o un 32! Seguro que los hubiese metido. No obstante, con un poco de esfuerzo se consigue subir sin problemas. De pie, tirando con fuerza del manillar en las rampas más duras, la transmisión es directa. El sistema monobloque trasero Atomlink es efectivo 100%.

Lo jugoso viene ahora en la bajada, que exige un uso constante del freno, apenas se puede soltar la maneta. Bajar con un desnivel tan acusado, embala la bicicleta en apenas unos metros. En este caso, los discos hacen su función a la perfección... y más. La horquilla soporta perfectamente la tensión de la frenada, a la que se le añade la irregularidad del suelo de cemento. Sólo los neumáticos de 23 mm pueden ser el punto débil de una bajada tan extrema. El test de la Bola del Mundo ha sido superado.

Se me presenta la oportunidad de llevarla a la cicloturista Irati Extrem por el Pirineo Navarro-Francés. 165km con 8 puertos y 3.600 de desnivel. Rampas de hasta el 20% donde comprobar en primera persona si realmente de los tres modelos que nos ofrece Cipollini, la Bond es la más “todoterreno”.

A última hora no pude cambiar el cassette con un piñón máximo de 25 por un 28, más adecuado para este recorrido. Tocaba hacer rampas duras sentado y tirando de fuerza. El puerto de Errozate, con sus 10 km y 9, 6% de media, es sin duda el más duro del recorrido. Sus 6 primeros kilómetros, con rampas entre el 11% y el 15% e incluso alguna trampita del 20%, hizo que la idea de echar pie a tierra rondará por mi cabeza. “Y una mierda”, pensaba. Estamos de test con la “Cipo”, hay que subir sí o sí. Rezos al Cristo la Biela, agarrar fuerte el manillar ¡y para arriba!

Tras tanto esfuerzo, la subida a Larrau se hizo más llevadera. Tan sólo 15 km con un 7,2% de desnivel, que después del puerto anterior, es accesible. Los sobreesfuerzos que tuve que hacer no me pasaron factura en la zona lumbar. Esto indica que pese a que la Cipollini BOND es una bici para ir rápido, no vamos a tener problema en hacer puertos con ella.

Un punto y aparte merece que esta bici fue el centro de atención de todas las miradas. Más de uno, al superarle, me decía “bonita bici”. Desde luego, pese a ir pintada de camuflaje, no pasa para nada desapercibida.

Conclusión

Tras casi cuatro semanas, la satisfacción ha sido plena tanto subiendo, como bajando. A la hora de ascender, la sensación que tienes es la de transmitir la fuerza directamente sobre la rueda trasera, sin perder un vatio en torsiones del material.

Y bajando… bajando es un mundo aparte. La postura tan deportiva, que hace que tomemos cada curva disfrutando al máximo. Apurando unos metros la frenada para sentir el poder de los discos, la rigidez del cuadro y su horquilla.

Estéticamente resulta muy llamativa. Si lo que quieres es que tener un material exclusivo, eso sí, pagando por tener esa exclusividad, la BOND es una de las mejores opciones. El montaje que le podemos hacer a la Cipollini es totalmente a la carta, con lo que sólo tenemos el límite de nuestro gusto por el material y lo que el presupuesto nos permita.

Además, no lo olvides, la Cipollini Bond te viene con la licencia. La licencia para arrancar.

Cipollini Bond Disc

Detalles de la bici

Cuadro

De carbono T700 con un triángulo trasero fabricado en una pieza “Atomlink”. Su diseño es ligeramente Aero, con tubos un poco sobredimensionados y tija perfilada. El peso del cuadro es de 1.050 g en talla M sin pintar. Se accede fácilmente a las conexiones del Di2 por debajo de la caja del pedalier.

Grupo

Nuestra unidad equipaba un Shimano Ultegra Di2 con frenos de disco de 140 mm. Toda una apuesta segura. Esta bici pide unos platos 52/36 en lugar del “compact” que lleva, aunque con el 11/25 ya nos exige tener unas “buenas patas”. Los frenos BR RS805 tienen un tacto muy progresivo, y pese al pequeño tamaño de los discos se les puede exprimir al máximo en las bajadas más duras.

Manillar

En el “cockpit” destaca el manillar plano 3T Aeronova LTD de fibra de carbono de alto módulo en versión Stealth. Su curvatura “compact” y la superior plana le otorga un plus de aerodinámica y prestaciones racing. Con un ancho de 42 cm declara un peso de 205 g.

Ruedas

Las Edco ProSport Pillon DB 35 mm son unas ruedas con perfil aerodinámico, aro de fibra de carbono y eje pasante. Tienen un peso declarado de 1.649 g (749 g la delantera y 900 g la trasera). Nuestro montaje incluía un cassette Monoblock, también de la marca Edco, con una relación 11-25 y un peso de 163 g, además de unas cubiertas Continental GP4000.

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Precio

7.205 €


Peso

7,69 kg (talla L)

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