Por qué el Shimano GRX ha sido uno de los grupos más importantes de la historia de Shimano

¿Qué hace tan importante al Shimano GRX?

Lo primero de ello, y ya lo dijimos en la noticia de su presentación, es que Shimano no quiso concebirlo como un grupo en sí, sino como una categoría de componentes, ya que cuenta con tres categorías (o gamas) del mismo grupo: RX800, RX600 y RX400 (11, 11 y 10 velocidades respectivamente). Dentro de ellas, además, encontramos versiones Di2, mecánicas, platos y bielas en formato de doble plato o monoplato y así con diferentes acabados hasta formar uno de los catálogos más extensos de componentes de ciclismo. Una de las grandes ventajas que ofrece, además, es la posibilidad de mezclar elementos de una y otra categoría para ajustar mejor el presupuesto.

Pero centrándonos en las tecnologías, vemos cómo desarrollaron un sistema de frenos específicos para este tipo terreno, evitando los problemas derivados de los grupos heredados de otras modalidades. Por ejemplo, se ubicó el pivote de giro de la maneta de freno más arriba que en el Dura-Ace R-9150 con una palanca más vertical. Se trata de una aplicación de la tecnología Servo-Wave heredada de las manetas de MTB que, aplicada a la forma de las manetas de carretera y gravel, hace que el punto de contacto entre pastillas y disco se produzca con un menor recorrido de la maneta, pudiendo aplicar una mayor potencia de frenado con un mayor control.

Además, con la llegada del Shimano GRX se redefinió la ergonomía de la propia maneta, tanto de la palanca como la de la zona de apoyo, lo que junto al Servo-Wave permite al biker adoptar una posición más relajada que en carretera y haciendo que se pueda frenar con tres, incluso cuatro, dedos, dos aspectos que ayudan a reducir la fatiga en los brazos y las manos. Todos estos avances que comenzaron en el Shimano GRX han servido como base para las manetas de los nuevos Dura-Ace y Ultegra que se presentaron a finales de 2021.

Un ejemplo de tecnologías heredadas con gran acierto que recibió el Shimano GRX es la caja de cambio trasero Shadow RD+, que permite un diseño del desviador de perfil bajo y con bloqueo de la pata para evitar los golpes de la cadena en la vaina. Hablando del cambio trasero, es cierto que, pese a ser un grupo específico y dedicado, deja la posibilidad de elegir el cassette y la cadena en los grupos de MTB o carretera de 11 velocidades (por ejemplo, podemos montar un Deore XT o un Ultegra) siempre que respetemos el piñón superior máximo o mínimo que nos marca nuestro desviador trasero.

En función de dicho desviador podemos montar hasta un 42 (RX817 el Di2 y RX812 la versión mecánica) en 11 velocidades o un 36 en la versión de 10 velocidades. Todos ellos con una corona pequeña de 11 dientes. Todo ello nos deja la posibilidad de elegir hasta 6 cassettes diferentes para 11 velocidades (Deore XT, SLX, Ultegra, HG800, R700 y 105) y dos para la de 10 velocidades (HG50-10 y HG 500-10). También podremos elegir dos cadenas para 11 velocidades (HG701-11 y HG601-11) o la HG54 para 10 velocidades.

Respecto al desviador delantero (para las transmisiones de doble plato) recibió un diseño más estilizado respecto a los desviadores de carretera para dejar más espacio a los neumáticos más anchos de gravel.

Otro de los avances que introdujo el Shimano GRX fueron unas ruedas específicas para gravel, como las WH RX570 de 700c o de 650b, unas ruedas diseñadas para albergar neumáticos más anchos ya que cuentan con una garganta de 21,6 mm, siendo Shimano con el GRX uno de los primeros en apostar por aumentar el ancho de las llantas para ruedas de 700c.

Por todas estas cuestiones, la importancia del Shimano GRX en el catálogo de la marca va más allá del hecho de ser su grupo de gravel, demostrando, entre otras cosas, que el traspaso de tecnologías de una disciplina a otra es algo muy interesante y aprovechable cuando se hace bien.