Las 6 cosas que no debes hacerle a tu bici (ella nunca lo haría)
Hay ocasiones, y no sólo en el ciclismo, en que es mejor tener claro lo que nunca se debe hacer antes de acometer otras tareas que requieren mayor o menor destreza. Con esta lista, no vamos a asegurarte que tu bici te vaya a durar más kilómetros y rutas, lo que si te aseguramos es que, por lo menos, lo hará en buenas condiciones.
1.- Guardar la bici sucia después de una salida
Cuando llegas a casa, sobre todo después de una salida en un día lluvioso o húmedo hay pocas ganas de hacer otra cosa que no sea tomarse algo caliente (ducha incluída) y cuanto antes mejor.
Pero un ligero aclarado (y no, no se te ocurra nunca hacerlo con una manguera a presión) no te va a llevar más de un par de minutos. De esta manera evitas que la porquería se quede pegada al cuadro o transmisión de tu bicicleta acelerando el desgaste de los componentes.
Así que ya sabes, ¡manguerazo y listo! ó también puedes compartir ducha con tu bici
2.- Utilizar la bici con componentes en mal estado o demasiado gastados
Ni aunque estés en ese período de esperar a que te llegue tu bici nueva. Salir a rodar con una bici que tiene sus componentes en mal estado o desgastados es ir provocando al destino. Primero, porque tus salidas serán más incómodas y te exigirá un mayor esfuerzo y segundo, porque la probabilidad de sufrir una avería crecerá con cada pedalada.
3.- Realizar el mantenimiento de tu bicicleta, sin las herramientas adecuadas.
Aquí, cuando nos referimos a herramientas, tambien incluímos el conocimiento. Algunas tareas de mantenimiento resultan sencillas o se realizan de manera habitual, pero no siempre contamos con la destreza o las herramientas adecuadas para hacerlo. Lo mejor, ir al taller más cercano lo antes posible, ya sea en plena ruta en caso de avería o al llegar a casa.
Pero si no sabes… mejor no hacer nada. Esto no te exime de llevar siempre una buena multiherramientas, quizás tú no sepas utilizarlas todas correctamente pero lo más probable que en tu grupeta haya un Bicycle Repairman.
4.- Guardar la bici en cualquier sitio ... o en el trastero
Lo mejor, y para evitar que esté por el medio contínuamente molestando, es que te hagas con un soporte para bicis, que hay muchos y muy variados y la ubiques en el sitio que menos moleste y a la vez te sea cómodo acceder a ella.
5.- Dejar la bici mal apoyada.
Mal apoyada o aún peor, tirar la bici sobre el asfalto. A no ser que te pares en el arcén de una carretera en mitad de la nada, siempre habrá algún elemento que te sirva de apoyo. Una pared, un poste, ese "amigo" que te lleva con el gancho… Pero si se da el caso que tienes que parar, vas sólo y te ves en la obligación de alejarte unos metros de tu bici, nunca, nunca, lo que se dice nunca... ¡jamás! apoyes la bici sobre el lado del cambio. Es la manera más fácil de que se desajuste, se roce, o se parta alguna pieza.
6.- Llevar la presión incorrecta en los neumáticos
Tanto si te pasas como si no llegas. La presión de los neumáticos correcta debe ser una constante en el mantenimiento de tu bicicleta y algo que debes revisar antes de cada salida. Da igual la frecuencia con la que lo hagas. Si vas con una presión baja en tus neumáticos, el riesgo de pinchazo es altamente probable y si por el contrario vas con demasiada presión, pueden pasar dos cosas:
- que sentirás de manera más evidente cualquier irregularidad del asfalto en antebrazos y posaderas, y
- que al cuando realices el trazado de una curva, la posibilidad de que la rueda de tu bicicleta deslice sin agarrar y acabes sobre el duro asfalto crecerá exponencialmente.
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